A mediado de enero el régimen pluviométrico se normalizó y las temperaturas promedio bajaron significativamente, registrando la mínima promedio mas baja de los últimos años para los meses de enero y febrero. Es así que la síntesis de antocianos se vio muy favorecida, al tiempo de que se observó una caída lenta de la acidez durante la maduración.
El invierno 2005 fue húmedo y menos frío de lo habitual, las precipitaciones mensuales promedio desde abril a setiembre superaron los 100 mm, lo que aseguró una excelente reserva hídrica del suelo. A partir de octubre y hasta mediados de enero, las lluvias acumuladas fueron 66 % menores al promedio de los últimos años, esta diferencia tiene su mayor valor al comienzo de la maduración, con un 76 % menos que lo normal. Por esta razón el desarrollo vegetativo fue muy bueno desde el inicio de la primavera hasta diciembre, con una óptima expresión vegetativa y vigor. En el envero el crecimiento se desaceleró en forma significativa, permitiendo que el cultivo priorizara la acumulación de asimilados en las bayas. A mediado de enero el régimen pluviométrico se normalizó y las temperaturas promedio bajaron significativamente, registrando la mínima promedio mas baja de los últimos años para los meses de enero y febrero. Es así que la síntesis de antocianos se vio muy favorecida, al tiempo de que se observó una caída lenta de la acidez durante la maduración. La vendimia comenzó el 7 de febrero con Sauvignon Blanc y culmino el 29 de marzo con Tannat y Cabernet Franc destinado a Cru d´Exception. Los caldos en general presentaron mucha concentración de antocianos.